Hábitos para combatir el estrés en Navidad
La Navidad es una época que despierta sentimientos encontrados. Para muchos, representa alegría y unión familiar, pero también puede ser una fuente de gran estrés. Cenas de empresa, reuniones familiares, compras compulsivas y la presión por hacer que todo sea perfecto contribuyen a que el mes de diciembre sea uno de los períodos más tensos del año. Este estrés puede intensificarse en personas que luchan con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), al enfrentarse a la sobreexposición social y situaciones que pueden disparar su ansiedad. A continuación, compartimos algunos hábitos para combatir el estrés en Navidad.
1. Aprende a decir «no» y prioriza tus compromisos
Uno de los mayores causantes de estrés durante la Navidad es la cantidad de compromisos que parecen surgir de la nada. Cenas de empresa, encuentros con amigos, reuniones familiares… la lista es interminable. A menudo, nos sentimos obligados a decir “sí” a todo para quedar bien con los demás, pero aprender a rechazar invitaciones cuando tienes claro que no te interesan, es fundamental para proteger tu bienestar.
- Antes de aceptar una invitación, reflexiona si asistir es bueno para ti o no. No tengas miedo de rechazar eventos si consideras que es lo mejor para ti.
- Puedes decir algo como: “gracias por invitarme, déjame revisar mi agenda y te confirmo”. Esto te permitirá pensar con calma si realmente quieres asistir.
Este hábito de establecer límites saludables no solo te ayudará a reducir el estrés, sino que también te empoderará al priorizar tu tiempo y energía.
2. Planificación de las compras anticipada
La falta de planificación puede convertir la Navidad en un verdadero caos. Desde las compras de regalos hasta la preparación de comidas, todo parece amontonarse en los días anteriores. Este descontrol es una de las mayores fuentes de estrés, pero con un poco de antelación, puedes aliviar esta carga.
Tips para no llegar estresado a los días clave de Navidad:
- Haz una lista de tareas. Anota todo lo que necesitas hacer. Clasifica estas tareas en orden de prioridad y divídelas por semanas. Esto te permitirá avanzar paso a paso y evitar agobios de último minuto.
- Simplifica tus celebraciones. No es necesario que organices un banquete para cada reunión. Prepara solo lo esencial, opta por platos sencillos y enfócate en disfrutar del momento.
- Invita a los demás a colaborar. Si te toca ser anfitrión, no tengas reparo en pedir ayuda. Repartir las tareas, desde cocinar hasta limpiar, aliviará tu carga y promoverá un ambiente de colaboración.
3. Adelanta tus compras navideñas
Las compras de último momento son una fuente de estrés en Navidad. Aglomeraciones en las tiendas, falta de disponibilidad de productos y la presión por encontrar el regalo perfecto pueden hacer que pierdas la calma.
Para evitarlo, te sugerimos empezar con tus compras con suficiente antelación.
Al igual que con tus tareas, planifica a quiénes quieres regalar algo y qué vas a comprar. Esto te evitará comprar por impulso o gastar de más. Establece un presupuesto para cada regalo y respétalo, el valor del detalle no radica en el precio sino en la intención. Y si tienes la opción de comprar online, muchas tiendas ofrecen descuentos anticipados y envíos a domicilio, lo que te permitirá ahorrar tiempo y esfuerzo.
4. Tómate un tiempo para ti mismo/a
Con tanto por hacer, es fácil olvidarse de uno mismo. Sin embargo, cuidar tu bienestar personal es crucial para disfrutar las fiestas y reducir el estrés.
- Dedica tiempo cada día para relajarte, ya sea leyendo, practicando meditación o disfrutando de una caminata al aire libre. Desconectarte del bullicio navideño te permitirá recargar energías.
- La actividad física ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés y aumenta la producción de endorfinas, que te harán sentir más feliz.
- Antes de dormir, puedes practicar la respiración profunda, escribir un diario de gratitud o tomar un baño relajante. Estos pequeños gestos pueden hacer una gran diferencia en tu bienestar mental.
Cuidarse a uno mismo es uno de los mejores regalos que puedes hacerte por Navidad.
5. Sé consciente de la comida
Para quienes tienen TCA, la Navidad puede ser un período especialmente complicado debido a la presión social en torno a la comida. Los constantes encuentros alrededor de la mesa pueden generar ansiedad. Aquí, la clave es mantener la conciencia y encontrar un equilibrio.
- Come de acuerdo a las pautas indicadas por los profesionales que te acompañan, no te obligues a consumir más de lo que tu cuerpo necesita solo porque sea una fecha especial.
- No te fuerces a participar en conversaciones incómodas, si en una cena se discute sobre dietas, calorías o cualquier tema que te incomode, no estás obligado a involucrarte. Cambia de tema o aléjate si es necesario.
- Busca apoyo si lo necesitas, hablar con alguien de confianza antes de los eventos te vendrá bien, compartir tus preocupaciones te hará sentir más comprendido.
6. Gestiona tus expectativas
La presión por lograr una “Navidad perfecta” puede generar estrés innecesario. Recuerda que no todo tiene que ser impecable, y que lo más importante es compartir momentos auténticos con tus seres queridos.
No te exijas más de lo que puedes hacer. Si algo no sale como esperabas, está bien, no es necesario cumplir con un ideal. En lugar de enfocarte en lo que no salió como planeabas, agradece por las cosas buenas que tienes y los momentos compartidos.
La Navidad puede ser un arma de doble filo. Con los hábitos adecuados, es posible disminuir el estrés y disfrutar de una manera más saludable y equilibrada. Recuerda que cuidar de ti mismo es el mejor regalo que puedes darte estas fiestas. Prioriza tu bienestar, simplifica tus compromisos y haz de la Navidad un tiempo de conexión y gratitud.